JUAN IGNACIO CALLEJO
DEL RIO
PALABRAS CON RIMA Y RITMO.
- Palabras con rima y ritmo,
- sois metrónomo de ausencias
- y cadencia de apetencias
- con alas de centro a centro.
- Palabras que al cabo son,
- como hijastras del momento,
- palabras que preña el dia,
- palabras hechas de tiempo,
- imagenes de palabras
- y palabra en movimiento,
- las que en mi boca sellada,
- al ver mi sentir sediento,
- darán por mi voz callada
- un fuerte grito en el viento.
- Palabras como alcahuetas
- amigas y confidentes
- de una gloria ya pasada
- y de un desamor reciente.
- Lo que yo nunca os dije,
- me golpea desde dentro:
- nunca podrán mil palabras
- ser más que un sólo lamento
- Verso, palabra adivina,
- imprecisa y misteriosa,
- enteco y en desnudez,
- nombre de todas las cosas.
- Eres la magra, infecunda
- destilación de mi tiempo
- y eres prisión de palabras
- encaireladas en versos.
- Verso que vuelas señero,
- y eres libre, verso inquieto,
- mensajero y peregrino
- como un halcón culebrero,
- hechicero y adivino,
- como Juan en el desierto;
- dirás a todos por mí
- de qué vivo y de qué siento;
- porque todavía aún soy,
- vida, sentimiento y tiempo.
- Pero tu fuiste mujer
- antes que tiempo y recuerdo
- y una mujer fué quien dio
- carne de su carne al Verbo.
- AMELIA BERDASCO
-
- Al cabo te he mirado,
- con la boca levemente entreabierta,
- en un rictus amargo,
- con un adiós escrito en un susurro
- de mis labios serenos y carnados,
- con un dolor profundo,
- ..... en silencioso llanto.
- Te quise dar un beso cálido y urgente,
- cuando aún eras pan ácimo
- y yo un llagado corazón caliente,
- corrido y fermentado.
- Pero en diamante frio esta así escrito
- en un archivo ahkásic:
- "Juró el Angel a Juan: no habrá más tiempo
- que el del horror y el llanto".
- El número, que es número de hombre,
- y el del Angel que lo fuera en su caída
- es trescientos treinta y trés (mas por dos veces),
- lo llevaba la Bestia por la frente
- y secar en la tierra toda vida.
- Con mi signo te preservo, Amelia
- y te corono ungida de mi hielo necesario,
- te circundo en la escarcha de mi aliento,
- cuajada de luz fria en mi adversario.
- Por no poder hallar otros deleites
- (mi tiempo, irrepetible, ha terminado)
- te sufro extrañamente en tu alegría
- que por lo amado te vivo ferozmente
- que vivo por lo amado.
-
- EL AMOR BREVE (.......Y COMPRADO)
-
- Fue ese ámmento incierto que se iba,
- esa llama fugaz que se apagaba,
- como se extingue un sentimiento anónimo
- !como pasaba el tiempo cuando Juan oia
- tu aliento entrecortado y presuroso!
- !Que fuerte, que rápido a los dos latía
- el corazón cual pectoral metrónomo!
- Nuestro tic-tac humano señalaba,
- el fin de aquella dicha evanescente
- y es que estabas al punto y ya pensabas,
- que se acercaba la hora del siguiente.
-
- ANUBIS
-
- Tu figura en Egipto fue redoma del tiempo
- y retorta de horas tu cabeza de perro.
- Aquel mítico pais era un inmenso péndulo
- y tú, hijo de Osiris, eras el relojero.
- Era cosa, ya sabes, que asombraba a los griegos:
- el ver surgir de pronto peces en el desierto
- y a doncellas desnudas nadar donde antes fueron,
- lagartos y alacranes y polvo seco y muerto.
- Oh! Anubis, por Juan sabemos que fuiste,
- el Dios del Tiempo sobre un reino de muertos,
- el cinocéfalo chacal, misterio del misterio,
- la Tiniebla de la Noche, fruto del sagrado incesto
- de una Neftis velada y de Isis sin velo.
- Extraña criatura, tan negra y roja de poniente
- como pálida en tu sombra friamente alargada,
- amasijo de carbunclo de carbón y de ceniza,
- desafiando a una ciudad amenazada.
- A los perfiles duros de tus sienes,
- a tus fauces siniestras y afiladas,
- les ser extraño el amor, trágico y bello
- de tus garras animales, de tus garras
- La Muerte, al fin mujer, es beso frio
- y es una Noche Eterna y un destello
- entre dos noches negras y sin vida,
- y es la mano más tenue y mas helada,
- y es un sueño raramente apetecido
- del que ayer fuera tu ser y hoy no es nada.
- Es, por la inocente y sagrada lascivia de las desnudas
Gracias te lo juro,
- !Oh! dios semibestial, un amor prohibidamente hermoso
- que habita su reino de Sombras y una fuerza animal y
pavorosa,
- al Oriente de Africa
- que enseñorea el umbral de tu morada.
-
- A MARTA RUBIO CARREIRA (LA UNICA TIA CON
LA QUE ME CASADO ... POR AHORA)
-
- Te he esperado en deseo y en misterio,
- tierra roja y lejana,
- te he esperado más tiempo que una vida
- contra toda esperanza.
- Por tí supo Juan de amor y de misterio
- mientras fuiste, Oh! Marta, la eterna inalcanzada,
- la dama de un sueño, la criatura esquiva, caprichosa y mágica.
- Pero al cabo, contigo visité esa América que tiene el
alma oscura,
- cordera recental de España y Africa
- esa América que puebla las noches tibias de suspiros
colores y llamadas
- y promesas del fruto de mujer medianera de todas las
gracias
- Y el Occidente, el Norte y Sur de Europa
- y también juntos los dos, fuimos al Africa,
- y casi al final, siendo ya esposos,
- al Oriente real y la India mágica.
- No hablar en pasado, vano empeño,
- sic transit gloria mundi, todo pasa,
- lo que ocurriera un dia no era un sueño,
- y un nuevo amor es una nueva casa,
- he vivido en ti con vida nueva,
- como una higuera vieja de nuevo retoñada.
- Pero al ser, como eras, de una indole fugaz,
- un poco cruel como las hadas,
- y tan transitoriamente inaprensible
- como una ondina despechada,
- seguramente sin quererlo,
- a todo, le pusistes un final nocturno y triste;
- era tu condición bella y malsana.
-
- CARMENES (HAY MUCHAS)
- Dedicado a las alumnas que entregan el examen con un
escueto "Carmen".
-
- Cármenes que he conocido,
- carne viva en calle y plaza,
- vuestro nombre me recuerda a lugares y a mujeres,
- a ocasiones sin palabras,
- que sucedieron de noche,
- cuando las horas más largas.
- Señora y Madre del Carmen,
- Patrona la más nombrada,
- Virgen de los marineros,
- le han puesto tu nombre al agua,
- a las villas andaluzas del Albaicín en Granada,
- y a casi cien mil mujeres(no exagero),
- por hect rea;
- y que Cármenes se junten
- no es cosa rara en España
- que hasta un estadio de fútbol,
- me han dicho que así se llama.
- Hay una Carmen en Cádiz
- y se de otra en Pastrana,
- las conozco de Ferrol,
- de Santander o Cantabria,
- en Navarra en Miguel Turra
- en Salamanca y la Alcarria
- en Canarias, Baleares
- ceuties digo, caballas.
- jienenses, vallecanas
- de Santa Cruz de Mudela,
- hasta en las Reales Bárdenas.
- y en Madrid llamarse Carmen
- casi es no llamarse nada.
- Y en lo tocante a colores
- os digo que en las Colonias
- (porque Colonias tuvimos que es grande la raza hispana)
- con casta y trapío traen,
- cual vacas bravas, mil capas:
- mulatas, negras, tostadas,
- cobrizas, cetrinas, blancas,
- suaves pieles de canela,
- levemente jaspeadas,
- del color del azabache
- al de la nieve más alba;
- que vienen si gritas: Carmen!
- en medio de cualquier plaza.
- Está la Carmen de España,
- la del señor Merimée,
- la de Bizet, la de Falla
- (por eso es bueno aclarar que de qué Carmen se trata)
- Carmen, carmo, carmela, carmelitana
- de espiritu de fuego de alma brava
- eres de España, Carmen y mi juego
- eres rocio, Carmen y mañana
- y además eres Carmen,
- desde luego,
- ya economista, gallega o gaditana
- ya letrada o aprendiz. noya o gitana,
- cántico, placer, borrasca y calma.
- Te baila la risa al fondo, muy al fondo,
- porque eres fruta amarga
- y mujer casa y remedio para consuelo de lágrimas.
- Tengo tu imagen al paño,
- trasgo de una noche extraña,
- echada a vientos y a copas,
- a briza y a risa echada,
- compuesta en tiempo de versos
- deshecha en lugar de lágrimas
- (agua robada del sueño que me quema las pestañas)
-
- CARMEN RIPEU
-
- Ya eres de España, Carmen
- y en tu risa hay rocio, aire fresco y mañana
- Ya eres joven esposa de una patria que aun tiene
- el alma oscura por su estirpe africana.
- Y ante todo eres Carmen, no lo olvides,
- una hermosa muchacha.
-
- CAYETANA
-
- Cayetana, brizna humana,
- cachorro de persona, niña mia
- te hice de madre veces
- y por ti sentí ser mujer en lo más grave,
- por tí recordaré lo que se siente
- cuando una vida te habita en el costado
- aun del modo más breve.
- Fuiste mi amor prestado un tiempo tenue
- cuando tan breve el curso de tu vida
- aún se contaba en meses.
- Eres tan poco tiempo que en tus dias,
- sólo hay cuidado, amor y risa siempre.
- Así te dejo, así:
- con la risa primera de los primeros dientes,
- con tu cara redonda (ay! de luna sonriente),
- con un dolor inmenso, con deseos de verte,
- con nostalgias de hogar insatisfechas,
- que no entiendes aún, mi bien: son cosas de mujeres.
-
- ELENA ALVAREZ DRAGO
-
- La última vez que estuve enamorado,
- llevó tu nombre: Elena
- y era un brocal de pozo enjabelgado,
- mi último amor fué, mi última pena.
- Estoy marcado por los bordes y en el centro,
- por un signo temprano y perdurable.
- Ningún amor amor nunca mas dentro
- ni más parte de mi ni más amable
- Ni más acariciado por las horas
- ni más duro alimento del recuerdo
- que el tuyo, pensado a solas
- que a solas te recuerdo.
- Elena de esta hora ¿qué me pasa?
- tu oficio es comprender lo incomprensible:
- el trasunto del alma.
- Elena como un tónico cordial,
- como una dulce brasa,
- Elena pequeña y maternal,
- me sabes a calor, ceniza y casa.
- Tu envoltura menuda cobija un alma grande
- tu oficio es la palabra.
- Animarás mi nimo y llenarás mi nada,
- tu oficio es la esperanza.
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- CUMPLEAÑOS DE ELEN CLAUDE D' ARRIVERE ERICE
(MEDIO FRANCESA Y PROFE DE MATES).
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- Esta vez, como muchas aún espero,
- tu edad se expresa exactamente
- por un guarismo entero.
- Fugaz, evanescente, inexistente momento
- una simple cortadura en la abcisa del tiempo.
- Breve es aun tu vida como breve es tu cuerpo
- (estructura algebraica con elemento neutro)
- Desde el origen cero,
- que sumas pocos años
- y que mucho aun te resta,