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JUAN IGNACIO CALLEJO DEL RIO

PALABRAS CON RIMA Y RITMO.

Palabras con rima y ritmo,
sois metrónomo de ausencias
y cadencia de apetencias
con alas de centro a centro.
Palabras que al cabo son,
como hijastras del momento,
palabras que preña el dia,
palabras hechas de tiempo,
imagenes de palabras
y palabra en movimiento,
las que en mi boca sellada,
al ver mi sentir sediento,
darán por mi voz callada
un fuerte grito en el viento.
Palabras como alcahuetas
amigas y confidentes
de una gloria ya pasada
y de un desamor reciente.
Lo que yo nunca os dije,
me golpea desde dentro:
nunca podrán mil palabras
ser más que un sólo lamento
Verso, palabra adivina,
imprecisa y misteriosa,
enteco y en desnudez,
nombre de todas las cosas.
Eres la magra, infecunda
destilación de mi tiempo
y eres prisión de palabras
encaireladas en versos.
Verso que vuelas señero,
y eres libre, verso inquieto,
mensajero y peregrino
como un halcón culebrero,
hechicero y adivino,
como Juan en el desierto;
dirás a todos por mí
de qué vivo y de qué siento;
porque todavía aún soy,
vida, sentimiento y tiempo.
Pero tu fuiste mujer
antes que tiempo y recuerdo
y una mujer fué quien dio
carne de su carne al Verbo.

 

AMELIA BERDASCO
 
Al cabo te he mirado,
con la boca levemente entreabierta,
en un rictus amargo,
con un adiós escrito en un susurro
de mis labios serenos y carnados,
con un dolor profundo,
..... en silencioso llanto.
Te quise dar un beso cálido y urgente,
cuando aún eras pan ácimo
y yo un llagado corazón caliente,
corrido y fermentado.
Pero en diamante frio esta así escrito
en un archivo ahkásic:
"Juró el Angel a Juan: no habrá más tiempo
que el del horror y el llanto".
El número, que es número de hombre,
y el del Angel que lo fuera en su caída
es trescientos treinta y trés (mas por dos veces),
lo llevaba la Bestia por la frente
y secar en la tierra toda vida.
Con mi signo te preservo, Amelia
y te corono ungida de mi hielo necesario,
te circundo en la escarcha de mi aliento,
cuajada de luz fria en mi adversario.
Por no poder hallar otros deleites
(mi tiempo, irrepetible, ha terminado)
te sufro extrañamente en tu alegría
que por lo amado te vivo ferozmente
que vivo por lo amado.
 
EL AMOR BREVE (.......Y COMPRADO)
 
Fue ese ámmento incierto que se iba,
esa llama fugaz que se apagaba,
como se extingue un sentimiento anónimo
!como pasaba el tiempo cuando Juan oia
tu aliento entrecortado y presuroso!
!Que fuerte, que rápido a los dos latía
el corazón cual pectoral metrónomo!
Nuestro tic-tac humano señalaba,
el fin de aquella dicha evanescente
y es que estabas al punto y ya pensabas,
que se acercaba la hora del siguiente.
 
ANUBIS
 
Tu figura en Egipto fue redoma del tiempo
y retorta de horas tu cabeza de perro.
Aquel mítico pais era un inmenso péndulo
y tú, hijo de Osiris, eras el relojero.
Era cosa, ya sabes, que asombraba a los griegos:
el ver surgir de pronto peces en el desierto
y a doncellas desnudas nadar donde antes fueron,
lagartos y alacranes y polvo seco y muerto.
Oh! Anubis, por Juan sabemos que fuiste,
el Dios del Tiempo sobre un reino de muertos,
el cinocéfalo chacal, misterio del misterio,
la Tiniebla de la Noche, fruto del sagrado incesto
de una Neftis velada y de Isis sin velo.
Extraña criatura, tan negra y roja de poniente
como pálida en tu sombra friamente alargada,
amasijo de carbunclo de carbón y de ceniza,
desafiando a una ciudad amenazada.
A los perfiles duros de tus sienes,
a tus fauces siniestras y afiladas,
les ser extraño el amor, trágico y bello
de tus garras animales, de tus garras
La Muerte, al fin mujer, es beso frio
y es una Noche Eterna y un destello
entre dos noches negras y sin vida,
y es la mano más tenue y mas helada,
y es un sueño raramente apetecido
del que ayer fuera tu ser y hoy no es nada.
Es, por la inocente y sagrada lascivia de las desnudas Gracias te lo juro,
!Oh! dios semibestial, un amor prohibidamente hermoso
que habita su reino de Sombras y una fuerza animal y pavorosa,
al Oriente de Africa
que enseñorea el umbral de tu morada.
 
A MARTA RUBIO CARREIRA (LA UNICA TIA CON LA QUE ME CASADO ... POR AHORA)
 
Te he esperado en deseo y en misterio,
tierra roja y lejana,
te he esperado más tiempo que una vida
contra toda esperanza.
Por tí supo Juan de amor y de misterio
mientras fuiste, Oh! Marta, la eterna inalcanzada,
la dama de un sueño, la criatura esquiva, caprichosa y mágica.
Pero al cabo, contigo visité esa América que tiene el alma oscura,
cordera recental de España y Africa
esa América que puebla las noches tibias de suspiros colores y llamadas
y promesas del fruto de mujer medianera de todas las gracias
Y el Occidente, el Norte y Sur de Europa
y también juntos los dos, fuimos al Africa,
y casi al final, siendo ya esposos,
al Oriente real y la India mágica.
No hablar en pasado, vano empeño,
sic transit gloria mundi, todo pasa,
lo que ocurriera un dia no era un sueño,
y un nuevo amor es una nueva casa,
he vivido en ti con vida nueva,
como una higuera vieja de nuevo retoñada.
Pero al ser, como eras, de una indole fugaz,
un poco cruel como las hadas,
y tan transitoriamente inaprensible
como una ondina despechada,
seguramente sin quererlo,
a todo, le pusistes un final nocturno y triste;
era tu condición bella y malsana.
 
CARMENES (HAY MUCHAS)
Dedicado a las alumnas que entregan el examen con un escueto "Carmen".
 
Cármenes que he conocido,
carne viva en calle y plaza,
vuestro nombre me recuerda a lugares y a mujeres,
a ocasiones sin palabras,
que sucedieron de noche,
cuando las horas más largas.
Señora y Madre del Carmen,
Patrona la más nombrada,
Virgen de los marineros,
le han puesto tu nombre al agua,
a las villas andaluzas del Albaicín en Granada,
y a casi cien mil mujeres(no exagero),
por hect rea;
y que Cármenes se junten
no es cosa rara en España
que hasta un estadio de fútbol,
me han dicho que así se llama.
Hay una Carmen en Cádiz
y se de otra en Pastrana,
las conozco de Ferrol,
de Santander o Cantabria,
en Navarra en Miguel Turra
en Salamanca y la Alcarria
en Canarias, Baleares
ceuties digo, caballas.
jienenses, vallecanas
de Santa Cruz de Mudela,
hasta en las Reales Bárdenas.
y en Madrid llamarse Carmen
casi es no llamarse nada.
Y en lo tocante a colores
os digo que en las Colonias
(porque Colonias tuvimos que es grande la raza hispana)
con casta y trapío traen,
cual vacas bravas, mil capas:
mulatas, negras, tostadas,
cobrizas, cetrinas, blancas,
suaves pieles de canela,
levemente jaspeadas,
del color del azabache
al de la nieve más alba;
que vienen si gritas: ­Carmen!
en medio de cualquier plaza.
Está la Carmen de España,
la del señor Merimée,
la de Bizet, la de Falla
(por eso es bueno aclarar que de qué Carmen se trata)
Carmen, carmo, carmela, carmelitana
de espiritu de fuego de alma brava
eres de España, Carmen y mi juego
eres rocio, Carmen y mañana
y además eres Carmen,
desde luego,
ya economista, gallega o gaditana
ya letrada o aprendiz. noya o gitana,
cántico, placer, borrasca y calma.
Te baila la risa al fondo, muy al fondo,
porque eres fruta amarga
y mujer casa y remedio para consuelo de lágrimas.
Tengo tu imagen al paño,
trasgo de una noche extraña,
echada a vientos y a copas,
a briza y a risa echada,
compuesta en tiempo de versos
deshecha en lugar de lágrimas
(agua robada del sueño que me quema las pestañas)
 
CARMEN RIPEU
 
Ya eres de España, Carmen
y en tu risa hay rocio, aire fresco y mañana
Ya eres joven esposa de una patria que aun tiene
el alma oscura por su estirpe africana.
Y ante todo eres Carmen, no lo olvides,
una hermosa muchacha.
 
CAYETANA
 
Cayetana, brizna humana,
cachorro de persona, niña mia
te hice de madre veces
y por ti sentí ser mujer en lo más grave,
por tí recordaré lo que se siente
cuando una vida te habita en el costado
aun del modo más breve.
Fuiste mi amor prestado un tiempo tenue
cuando tan breve el curso de tu vida
aún se contaba en meses.
Eres tan poco tiempo que en tus dias,
sólo hay cuidado, amor y risa siempre.
Así te dejo, así:
con la risa primera de los primeros dientes,
con tu cara redonda (ay! de luna sonriente),
con un dolor inmenso, con deseos de verte,
con nostalgias de hogar insatisfechas,
que no entiendes aún, mi bien: son cosas de mujeres.
 
ELENA ALVAREZ DRAGO
 
La última vez que estuve enamorado,
llevó tu nombre: Elena
y era un brocal de pozo enjabelgado,
mi último amor fué, mi última pena.
Estoy marcado por los bordes y en el centro,
por un signo temprano y perdurable.
Ningún amor amor nunca mas dentro
ni más parte de mi ni más amable
Ni más acariciado por las horas
ni más duro alimento del recuerdo
que el tuyo, pensado a solas
que a solas te recuerdo.
Elena de esta hora ¿qué me pasa?
tu oficio es comprender lo incomprensible:
el trasunto del alma.
Elena como un tónico cordial,
como una dulce brasa,
Elena pequeña y maternal,
me sabes a calor, ceniza y casa.
Tu envoltura menuda cobija un alma grande
tu oficio es la palabra.
Animarás mi nimo y llenarás mi nada,
tu oficio es la esperanza.
 
CUMPLEAÑOS DE ELEN CLAUDE D' ARRIVERE ERICE (MEDIO FRANCESA Y PROFE DE MATES).
 
Esta vez, como muchas aún espero,
tu edad se expresa exactamente
por un guarismo entero.
Fugaz, evanescente, inexistente momento
una simple cortadura en la abcisa del tiempo.
Breve es aun tu vida como breve es tu cuerpo
(estructura algebraica con elemento neutro)
Desde el origen cero,
que sumas pocos años
y que mucho aun te resta,
algorítmo infiero.
La curva de tu vida aquí interseca
con la recta insomne del recuerdo
de este varón fogoso que, lascivo,
revive la infinitamente derivable foma de tus senos.
 
ELEN-CLAUDE (LA ANTERIOR)
 
Tu vida, imaginaba,
que fuiste un raro empeño:
francesita encontrada
en solar malagueño.
Andaluza y lozana
pequeña y saludable,
gabachita gitana,
azucena inmadura
de jardín sembrable.
Por dos veces te digo que has nacido
y heredas
dos sangres, dos culturas que recibes y abrevas.
El recuerdo de aquella madrugada,
está hecho de paja y pelo rubio
de carne mágicamente tersa y blanca
y de juntar mi boca de granada
con la tuya y hallarla fresca y vida.
Está hecha de cálices labiales,
de dedos como pétalos,
de inocentes retozos virginales,
de un trémulo libar de un mismo néctar
en un alba común dos despertares.
 
EL NIÑO (A MAS DE CURSI, AYUDADA)
 
Acabas de nacer y naciste llorando,
con las manos abiertas y los ojos cerrados,
A ti, niño pequeño, por el amor humano,
te advierto que al mirar lo hagas muy despacio
El mundo se te ofrece demasiado pesado
una puerta entreabierta,
pequeño ser humano
no te agites inquieto
que tu camino es largo.
 
ESTRELLA ANTON PEREGRINA (..... PERO QUE FINA)
 
Estrella que fuiste Alba
y tambien Norte y Oriente,
y acerico de un recuerdo
prendido con alfileres.
Lo que de grato y amargo
probé en tí me place y hiere
y todo clava y sujeta
a tu recuerdo mis mientes.
Estrella que fuiste pubertad
con un alma de hielo dulce y de galerna
extraña estrella fuiste de amistad
al cabo insegura, belicosa y tierna.
Por los recodos de la senda del placer esquivo
fuiste la casa lejana en la tormenta
entrevista en el rayo que aparenta
un mensajero veloz y punitivo.
La guía entreverada al claroscuro
uniforme de raso por el cielo
y, en un ser o no ser definitivo,
un refugio inseguro y pasajero.
 
FLORENCIA
Postal fechada en el 82,Hotel Vega Luchesi.
 
En la tarde que es gris en solitario,
alertado en mi agridulce somnolencia
por tu recuerdo amable, te digo: al contrario
del vidrio de este hotel, está Florencia.
Me place a fuer de perdulario,
(ya sabes cuán extraña es mi apetencia)
mandarte unas cuartetas de arbitrario
verso y de insólita cadencia.
Al otro lado, te digo está Florencia,
la señorial ciudad arcana,
corazón de la Umbria y la Toscana,
que mima su belleza en decadencia.
Lejana prima de la ciudad mía,
te paseé por tus calles y tu Puente
y te recibí con cierta lejanía
porque eras ciertamente diferente.
Un sencillo ejercicio de prudencia,
me llevó a recorrerte y visitarte
y te recuerdo a tí desde tu ausencia
y hacia tí me dirijo en esta parte.
 
GALICIA
 
En tu esquina al Noroeste,
lugar tan lleno de trasgos,
que es menester apartarlos
ora con conxuros celtas
(o si te pete a codazos)
Donde la bruma y la escarcha,
Donde los druidas y meigas,
Donde la Santa Campaña,
Dá San Andres de Teixido
(fiesta entre erótica y mágica).
Donde está Ginzo de Limia,
Padrón, Allariz, La Estrada,
También Vivero y Burela,
Vigo, Guitriz, Redondela, Santiago de Compostela,
Becerre , Fonsagrada, Castro Caldelas y Noya,
Tuy, Coin y la Guardia.
 
LANZAROTE
 
De la ceniza del polvo, de la nada,
doncella de belleza desolada,
que, como la verdad, te presentas desnuda
y secamente simple a mi mirada.
Hija de la luz, hermana de la lava
con tu entraña de fuego
y tu sal aventada,
avanzas sobre el mar que te separa
(aunque poco) de Africa.
Y antes de todo ¿qué fué?
caos, ceniza, polvo, nada
materiales tan nobles como el barro
existencia increada.
 
LA ESPERA
 
Un dia más recibes mi lamento,
como lo recibiste un dia y otro dia.
Los dias que pasan miro y cuento
y cuento y lloro yo todos los dias.
Cada vez más gozado y más cercano,
bulle con prisa y hierve con urgencia,
ese momento cierto y deseado,
que ha de poner final a tanta ausencia.
En su inminencia apenas disimulo
mi menestral codicia y mi deseo
de gozar de tu cuerpo y tu presencia.
Dulcemente avariento y egoista,
tu ser y compañia no comparto:
hasta las azucenas aparto de la vista,
las flores ante ti quito y aparto.
 
LOURDES OLIVIE MORGADO
 
Tú, amiga Lourdes, llovías
sobre mi corazón empedrado de amargura;
Tu agua de cristal,
de fría aguja y pautada textura,
dejó sobre mi boca una vacua apariencia
de dicha y de frescura.
En el recuerdo, mi piedra abreva de tu aguada,
y del gris de tu saudade;
y mi tristeza,
del gris del acero verde y negro de tu acuosa mirada.
 
LUCIA MARTINEZ REMACHA
 
Te he besado de noche,
te he besado de dia,
te he besado en la frente,
con mi boca más fresca
y tu mano más fria.
De luz tienes el sino,
que de luz es tu nombre
tu nombre: Lucia.
 
CONCHA VALLES (LA QUE QUIERE COGER PECES....)
 
¿Qué quieres que te enseñe este profe, vida mia?;
¿el oculto acento de los pasados pájaros
o el azul, ya sin luz, de la ocasión perdida?...
¿O la ignorada razón por la que hoy sientes
un, no sabré decir si es una ausencia,
o un acento vital en voz pasiva,
de una prosa angustiada en mi presencia?..
Ay!, mi Concha, enteca maña, la venus de las piedras,
convengamos, hermosa Concha, que en esencia,
nunca tuve ante tí el mejor de los papeles
en tí probé, más de una vez, la amarga sal de la impotencia,
y por ti también supe de lágrimas ácidas y de momentos crueles,
de todo lo esencial estuve ausente
y, aparte algún momento intensísimo y breve
me reservaste tan sólo a lo accidente.
 
MARIA MONJE GALLARDO
 
Preparado para el viaje de la Noche,
casi desnudo, dormido y asombrado,
Tu, Efrit femenino, así me encuentras;
una vez entre mil hay un milagro.
Me iré contigo, sí, genio Nocturno,
pues tu camino es mágico
y tu puerta sólo se abre algunas veces
en las noches tranquilas del verano.
Te conocí entre el humo de dos sueños,
principio y fin de acuario,
entre dos aguas, dos vapores y mil noches,
doblemente soñada en tu adversario.
Reflejó tu figura el primer agua,
para el amor vestida,
y un espejo de variable arquitectura,
devolvió tu textura oscurecida.
Doblemente henchía tu piel oscura,
una fruta de amor que, bipartida,
requerda en su centro, y escindida,
me dió a gustar su fuerte esencia y su turgente hechura.
A ti me libré, morbosa criatura,
a ti me uní con un ansia embravecida,
a tu pecho pleno, a tu cintura,
a la forma de tu seno, repetida,
a tus labios de nocturna calentura
a tanta y tanta caricia desmedida.
 
MARIA SOLEDAD ESCUDERO
 
Te recuerdo, tal vez, en el agua de un sueño:
ninfa desnuda en un nocturno baño.
Te he visto en la blancura de la espuma en un dia iniciático:
Trás una noche helada en la montaña,
trás de un horror helado,
se abrió el cielo por la luz primera
y sobrecogida y vida,
la sangre de otra espuma que era nieve roja y fría,
desnuda y núbil criatura, herida por el alba.
 
MARIA JOSE OJOSNEGROS
 
No han buscado hy mis labios tu belleza tranquila
ni la huella escarchada de tus pálidos ojos
ni mis manos cerúleas recorrieron las tuyas,
porque hoy mis deseos volvieron a ser sueños
y sueños de otros labios, otras manos, y otros ojos.
Lo que una vez abrevara tu llanto,
lo que ayer se agitó, esta hoy dormido
Y aún por dejarte así, te sufro tanto
una vez más, amor, ­Que sinsentido!
¿Me recuerdas?, criatura vacilante,
recostado en tu regazo y tu mirada,
los ojos de veneros en la frente,
que la de ser varón no es razón de estar sin lágrimas.
Al fin he sentido en un instante eterno,
la dicha que no sienten los mortales
y he conocido el fuego fiero y tierno,
y la llama de Oro, la Rsa y los Metales.
Y mi casa abandono, muy al paso,
me sacudo el reposo del corazón cansado.
Siempre o nunca, tal vez, quizás o acaso
Ya no dudo, ya he sido Iluminado
y una llamada cósmica enciende mis sentidos
como una gigantesca luminaria.
 
EN EL XX CUMPLEAÑOS DE MARTA (LA DE LA BODA)
 
Despediste un tiempo que no vuelve,
ida inciada a un viaje sin destino,
y ha preñado tus ojos la nostalgia,
cuando miraste el año que se ha ido.
El sonrojo, llamarada que sintiera
enmarcar el derredor de tu pupila
y el misterio que en tus ojos aletea
mi mirada de acero labra y bina.
En tus jos, teñidos de Poniente,
iba el amor prendido en las pestañas,
amor enmarcado en arreboles
y en prisa, brisa y risa y requería
hacer sonar en mis nuevos bemoles
cuando ya del amor me despedia.
Ojos de corza joven ¿dónde han ido?
cada vez que mirado más extraños,
no en el que cumples sino en otros muchos,
han de alumbrar tus ojos otros años.
Como el tuyo, mi ánimo de hoy está animado
por la caricia suave del recuerdo,
y por saber que un poco de estas horas,
serán de otro recuerdo el alimento.
Amor y sufrimiento me han forjado
un aura de ternura y de tormento,
amé por lo que soy y he sido amado
y en pena y ternura me sustento.
El corazón corrido y fermentado,
tengo como el vino al tiempo hecho,
y mi cuerpo y sabor doraron años
que corrieron, tal vez, en mi provecho.
 
UN MOMENTO, POR FAVOR
 
Momento que fuera un dia...
y en un segundo momento,
momento que es un lamento;
momento que se fuera por los canales del viento,
y hecho luz pronto volviera
por las paredes del dia,
denso en vida y movimiento.
Momento en que te he contado
de qué vivo y de qué siento;
momento, aun el mas distante,
eres vecino del viento
y pariente del instante
y te separa un adarme
de tu vecino momento.
 
LAS OTRAS HORAS
 
El vacio del Tiempo me desborda,
espejo que me aburre y que me extraña,
nada soy, la nada me acompaña.
Nada entre nada, y nada como muros
­Como destruye esta increible nada
de momentos largos etraños y duros!.
Como un batán continuo pasa el tiempo,
como un potro tenaz e insoportable,
que vuelta a vuelta me mata a cada rato
y segundo a segundo, asi me mato,
pobre poseedor de un tiempo miserable.
Por los sumideros beber mi boca,
he echado mi alma al semillero,
entercola mi sangre, negra y poca
estrecha trocha llevo por sendero.
Y cuando al fin se acabe la esperanza que me toca
y traspase este borde horroroso del lindero,
me ha de valer la angustia, la pena y la derrota
por lo que se querer, que se que quiero.
 
PILAR BORREGO NADAL
 
A tí, Pilar, por el frente, que hoy te quiero
abismar el mar en tu sonrojo;
por conocer tu mar, a ti hoy escojo;
frontalmente, Pilar, hoy te requiero.
Para bajar al fondo de tus mares
y concer la entraña de tu asunto,
ocultamente acentada en tus puntales,
al borde de tu abismo, te pregunto:
¿Escondes en tu fondo limo muerto
en la ondura abisal de tu oscura mirada?.
Juan, cautivo en tu misterio y en tí preso,
alentado en ausencias,
ardoros y poseso,
te ha sufrido y te ha amado,
en un silencio enemigo del verso.
Te sufrí en el amigo,
te sufrí mucho tiempo
y si el amor se mide por el llanto;
mi amor por tí fue inmenso.
Fuiste un ave que fluyendo incontinente
como una flecha que del cielo baja,
un dia me alcanzó, fuí malherido
en dolor, sentimiento, alma y mortaja.
Fuiste un ave señera que en lo que alcanza,
impávida entre espacios y entre hogueras,
y, aunque todo está sujeto a la mudanza,
inmisericordemente sagitada,
alcanzó su destino en ondas y cimeras.
De abajo surges y hacia arriba avanzas,
una vez surtidor y mil coraza,
como punta de flecha, como asta de lanza,
fuiste, acaso inmerecidamente, idolatrada.
Fuí por tí un llanto y una lágrima,
como un fenix herido en la esperanza
de que a una vida seguirá otra vida
renaciendo una vez más su perduranza,
sobre el amigo infiel,
sobre la amada.
 
PRIMAVERA
 
Tu negar a la muerte es el más cierto
y asi ha prinicpio en ti el calendario arcano.
Tu renacer primeroo deja abierto
el ciclo que prosigue hasta el verano.
En un año impreciso, he despertado
de algun sueño invernal, aun con tristeza;
fue en tu tiempo y fui Juan, (supe más tarde)
cuando a poco de entrar la luz solar en Aries,
yo vi esa luz en ti por vez primera:
a finales de Marzo respiré mi primer aire.
­Que temprano, Primera Verdad, te conociera!..
La Vida es reencarnación siempre perpetua,
de cada muerte renacera aún más viva,
y, aunque no lo tenia en la conciencia,
la vida que Juan vive, otrora fuera.
 
LA PRIMERA VEZ
 
Al fin....!
en el vivace de una sinfonia inacabada,
como un adelantado del amor y del asombro,
­Tú!, misterioso ser...
(no sabía si un elfo cauteloso o un ignorado y femenino gnomo),
me abriste la nacarada Puerta de un secreto,
en el que he penetrado siguiendo el inquieto sendero de tu hombro.
Al fin....!
he llegado hasta tu pecho
con un infinito suspiro ancho y hondo...
y me he unido contigo
en un mismo y eterno temblor profundo
y ....
Al fin....!
como un adorador semianimal de Anubis
satisfice un deseo muy remoto
que me vino de mi herencia mortal
aun no estrenada...
Yo...
me he sumido en la pureza de la cuenca de tu pubis,
con un acto ritual, asidero de lo ignoto...
Y...
Al fin.....!
cuando al abarcar tu piel entera
Te vi...
maternal.....
en la mitad de tu cuerpo estremecida,
y...
como una niña....
tiernamente desnuda,
ya no sentí más la apetecida
llamado del deseo que sintiera.
 
ROSA MARIA LARA GOMEZ
 
Algo te diré muy pronto,
amor, cuando nazca el día
para cuando rompa el alba
tus espejos y mis dicha.
Te cogeré de la mano,
tan caliente en mi mejilla,
y hablarems en la Luz
de la Aurora rediviva.
En el final de la Noche,
noche que quise infinita,
te encuentro sobre mi lecho,
como una rosa dormida,
ocho pétalos de sangre,
aún te manchan de cenizas.
Mientras mi boca te besa
tan quedo que no es sentida,
eres para Juan un súcubo
salpicada de cenizas,
Orco rojo, Puerta y puerto
en el Umbral del Enigma.
Ave nacida en la luz de la hora matutina,
abrazada a mi te encuentro como un aura femenina,
arrebolada en mi fuego,
tremolada por mi brisa,
recorrida por mis dedos en una eterna caricia.
Blanca piel ensangrentada,
como una paloma herida,
bebiste un vaso sagrado de hidromiel,
... con pozos de colonquíntidas.
Ahora que la Luz se filtra
por prismas de diamantina,
te nombraré muchas veces en la mañana hecha día:
Rosa eterna, Rosa Ungida,
Rosa nombre de mi madre,
Rosa que es nombre de vida,
Rosa que viniste a verme,
en esta noche maligna
y recogiste en tu vientre
mi dolor y mi semilla.
Cruz trazada entre dos luces,
reflejada en mi pupila,
te despertarás mirándome,
como una llama de ro,
como una Rosa mística,
y como la Rosa Aurea, perennemente inmarchita.
Trémula vela a este lado
de la claridad pristina,
cuando ya la luz ha roto
tu c liz y mi sonrisa,
me responder s al borde
de esta hora fugitiva.
­Rosa roja entre pedazos de mañana enrojecida,...!
­Rosa Cruzada de Fuego!, ¿qué significa tu estigma?
­Rosa, despierta y responde, rota flor estremecida!.
Rosa, despierta y responde,
yo te llamo, mujer mia,
Tu, que cogeras mi mano,
muerta ya, pesada y fría
dime, en nombre del Amor:
Rosacruz ¿qué significa?
 
ROSA GOMEZ TORRENTE
 
Rosicler de una espina vespertina,
polvo de un atardecer pasado en una estrella,
tu otoñal colorido se adivina
ajada por la luz, caliente y bella.
El tiempo que ha pasado ya sujeta
con un lazo de plata tu alma inquieta,
ahora rosas hay, menores, en el sitio tuyo,
fruto, pues son rosas, fueron de un capullo.
Y en el sitio mio, y entre tantas cosas
como ayer, hay hoy tambien muchas rosas.
Sediendo de rosas,a una rosa quiero,
el ser de otra rosa, recibí, y el tiempo,
y tanto me dieron, que de buenas rosas estoy avariento.
Tan dulce me suena el nombre de rosa,
tan grato y tan bueno,
que rosas aún menores, reciben recuerdo
Ya sabes, de años, tambien soy inquieto,
Ay! pero terco y terco
y al fin son las cosas como yo lo quiero
no basta una rosa a colmar mis ansias,
quiero el rosal entero...
 
ROSA
 
Diosa Madre de amplio vientre,
Venus gorda, Rosa ungida...
Rosa, rosa, blanca y roja...
ancha Rosa estremecida,
Te ha cabalgado mi sangre,
siendo ayer deconocida,
de una forma fugitiva
con ojos enamorados,
hechicera y adivina
bes a beso,
espina a espina,
fresca boca sobre boca
pupila sobre pupila
palpitando inmensamente
en una inmensa delicia.
 
A SOLEDAD RAMOS (SE LO CREA O NO)
 
Hoy estar s, tal vez, como otras veces: sola;
el silencio de hiel resonando en tu alcoba,
sin besos de la piel que oprimiera tu boca.
Si Soledad, tal vez, como persona
hablara con voz propia y con tristeza,
si adquiriera una forma de paloma,
que vigorosamente volara y ascendiera,
si su embajada de fantasmas vanos,
si sus monstruos reales o fingidos,
no pusieron a tu puerta una cancela
de hierro fuerte, duro y afligido;
seria tu risa compañera alada,
en vez de tu ausentada compañera
tu amigo, la mano bien hallada
el lugar de tu búsquda y quimera.
Buscaría tus pechos y tu llanto,
tus pechos y tu llanto buscaría,
tanto y tanto y tanto buscados
y buscados tanto
y, tal vez, otra vez renaceria,
cuajada de horas únicas, de miradas, de besos
la vida que te inunda y que sujetas
remansando tu alba de amaneceres presos.
 
SUSANA
 
Si las puntas del tiempo se tocaran
con arabescos grecas y puñales
si el fingido adorno que a los años ponemos
sometiera al cabo sus decursos fatales,
Si surgiendo de las olas de mis mares
entre la espuma y orlada de amapolas,
llamaras a mi puerta embuelta en bruma
no haberte encontrado sola a solas,
acaso comprendiera, bugambilla,
tu pudor y recato en no nombrarlas.
Pero no es tal el caso, vida mía,
lloviendo por las aguas de tus ojos caudales
veré avanzar a tu pecho su estría
porque evitas decirlos, no sus males.
 
VICTORIA RUIZ
 
Que amargo es traspasar al fin el puente,
es duro levantar el primer vuelo,
y, tomando por camino la mirada, iniciar tu sendero.
Mis ojos: azul-gris, verde-azul, azul-acero,
los tuyos de un azul claro y abierto,
tus ojos, nuestros ojos, mensajeros
con vuelos de pájaros opuestos
alcotán y paloma, alondra y cuervo
mirándose en sus cielos diferentes
con un mensaje incierto.
Siempre quiero hablar por tí y nunca puedo,
hay un batir de alas en tu cara
y hay en tu pecho, indefinible, un duelo
e, indefiniblemente hay en tu entraña
un hálito sutil y deletéreo.
Te me escapas, Victoria hacia tu limbo
por tanta morbidez de rostro y cuerpo.
Victoria, finalmente incomprendida,
amiga al cabo mía, asi te quiero
pese a que en tu pecho no alimentas
la llama extraña y dulce del deseo.
 
BELEN
 
Belen, mi amiga oscura,
tus ojos son la Noche,
la Tiniebla Profunda...
Eres Mujer y Noche
tienes alma de luna,
eres licor de aire
.... con gotas de amargura,
hay misterio en tu vientre
de Sibila Nocturna,
delgada y transparente,
Selene taciturna,
requerida en la Noche,
tu alma dañada y de pena bruna;
ha dado a luz un hijo, maternidad nocturna.
Tu cuerpo ha sido baile
y viste una caliente y nocturna melodia
quebrarse como el cristal y fundirse en el aire
pues (ay!), Belendelay,
tu voz de cisne negro quejumbroso y herido,
bella sólo en el luto,
nunca ha entonado convivale carmen.
Elfo hembra que nimbas un halo de nocturna Luminaria,
aun conservas el olor de otra mujer,
a través del espejo su figura contraria
enredada en perfume tus cabellos hendidos
como pétalos tensos de terciopelo y rosas
era un jardín sin macho y sin jacintos,
allí, un viento de mujer perfumaba las horas. Belen y Esther, comadres, un viento húmedo pasa
por vuestro vientre de tierra,
huele a tormenta oscura y silenciosa, a
silice mojada,
En un tiempoo oscuro de amor y oscuro de misterio
y rojo de tragedia inútil esterilmente casta,
os recorría un fuego acallado por las venas,
a vsotras, venustales de las horas extrañas,
eran celos, tal vez, de amor prohibido,
cuando tan a solas, tan solas dos mujeres,
dos noches, confundieron la vida en sus entrañas.
uniendo muerte y sexo y oscuras añoranzas.
Asi es el fin, Belen,
criatura del aire negro,
de alas negras alada,
de suave, espesa ceja y de nocturna entraña,
tu tercipelo negro, tu tejido de escamas,
arde en fuego y luz y se consume
y todo es tiempo y ardor y todo pasa;
Y tu también un dia,
con tus negros plumones quemados,
charolada coraza de lamas;
como un ángel caido con las alas cortadas;
dejaras de ser danza
cuando el reflejo del miedo a la luz
en tu oscura pupila,
agrandar tus ojos de nocturna crisálida,
mariposa en la noche a una llama noctámbula.
Lucífugo Luzbel, tú, venus negra,
¿recuerdas? ya otra vez,
tal vez, sentiste frio
en el misterio blanco de las sábanas,
una noche en que fuistes un grito estéril,
un grito que a nadie resonaba,
una ocasión de muerte sin herida
que forjara tu alma angustiosamente desalmada
una vez en que te dejaste derramar poro a poro
una lluvia de angeles de líquidas centellas,
como una pulpa aullante hacia la nada.